El Costo Oculto de la Cobertura de Impresión: Cómo la IA y Nuevas Tecnologías Están Incrementando el Consumo de Tóner
- Daniel Moreno
- 2 oct
- 5 Min. de lectura

Por qué se debe monitorear la eficiencia y proyección del consumo de tóner
En el negocio de la renta de impresoras y multifuncionales, el margen de ganancia depende de un delicado equilibrio: los ingresos fijos del contrato contra los costos variables de operación. Entre esos costos, el más decisivo —y a menudo subestimado— es el costo por página real, determinado no solo por el precio del cartucho, sino por la cobertura de impresión que generan los documentos de los clientes.
ISO/IEC 19752
El estándar ISO/IEC 19752 establece que un cartucho de tóner se mide en condiciones de laboratorio bajo una cobertura de 5 % por página. Sin embargo, en la vida real los clientes rara vez imprimen con esa densidad. Documentos con logotipos, gráficos, fondos grises o simples bloques de texto más densos elevan la cobertura al 10 %, 15 % o incluso al 20 %.
Lo curioso es que un 1 % adicional de cobertura puede tener un impacto desproporcionado: duplicar la cobertura de 5 % a 10 % reduce prácticamente a la mitad el rendimiento del cartucho. Y no todos los equipos reaccionan igual: algunos mantienen una relación lineal entre cobertura y consumo, mientras que otros son más sensibles, mostrando caídas abruptas en el rendimiento con apenas variaciones en el contenido.
Dato Curioso
Ese “5% de cobertura” equivale, aproximadamente, a un párrafo corto de texto en una hoja carta o A4. En otras palabras, si un cliente imprime facturas con logotipo, contratos de varias páginas o documentos con tablas y gráficos, el consumo puede fácilmente duplicar o triplicar esa cifra.

5 % de cobertura

10% de Cobertura

Factores que afectan la cobertura
Para entender por qué los cálculos de costo por página difieren entre clientes y contratos, conviene identificar los factores que más influyen en la cobertura de impresión:
Tipo de documento o imagen: textos simples consumen menos, mientras que gráficos, fotos o bloques sólidos elevan la cobertura.
Tamaño del archivo y resolución (DPI): un documento en 600 o 1200 DPI genera más densidad de puntos que uno en 300 DPI.
Condiciones ambientales: humedad, temperatura y polvo pueden hacer que el tóner se deposite de forma desigual, aumentando el consumo.
Uso de colores sólidos o “spot colors”: en impresoras color, pero también en monocromo con fondos grises o logotipos, la cobertura se dispara.
Impresión de copias: escanear y copiar desde cristal o ADF introduce “ruido” (sombras, bordes, manchas) que incrementa la cobertura.
Reimpresiones de documentos previamente impresos o fax: al reproducir documentos ya impresos, se añaden artefactos visuales que incrementan el consumo.
Tipo y gramaje del papel: papeles porosos o de mayor gramaje requieren más tóner para lograr una impresión uniforme.
Configuración del driver de impresión: modos de alta calidad o mayor densidad elevan la cobertura; el modo borrador o ecológico la reduce.
Diseño y sensibilidad del motor de impresión: hay equipos más agresivos en la dosificación de tóner, lo que los hace menos eficientes frente a coberturas altas.
Nuevas tecnologías y tendencias que impactan la cobertura
Hoy, además de los factores tradicionales, existen cambios de comportamiento y nuevas tecnologías —incluyendo la inteligencia artificial— que están transformando la forma en que se generan los documentos y, por ende, la cobertura de impresión:
Mayor uso de gráficos y elementos visuales en reportes, contratos y materiales internos, impulsado por herramientas de diseño accesibles como Canva o plantillas enriquecidas en Office.
Documentos digitales enriquecidos con firmas visibles, sellos de validación, códigos QR y códigos de barras que incrementan áreas de tinta.
Tendencia a imprimir en color incluso documentos internos, buscando impacto visual, aunque eleve el costo.
Reimpresión de documentos escaneados que, al digitalizarse, incluyen “ruido” visual como bordes o sombras que aumentan la densidad.
Normativas de cumplimiento en sectores como salud, banca o gobierno que exigen membretes, logotipos o sellos visibles en cada hoja.
Crecimiento del trabajo remoto: muchos usuarios imprimen desde casa con configuraciones predeterminadas (alta calidad, color), que rara vez optimizan consumo.
Adopción de IA en creación de contenido: la generación automática de reportes, presentaciones y documentos tiende a incluir gráficos, diagramas y visualizaciones, lo que multiplica la cobertura promedio.
BYOD y movilidad: usuarios imprimen desde móviles y apps sin control de calidad ni formatos optimizados.
En conjunto, estas tendencias están llevando a que documentos que antes eran esencialmente texto ahora se impriman con un nivel mucho más alto de cobertura, lo que repercute directamente en la rentabilidad de los contratos de impresión.
Por qué monitorear es vital
No medir la cobertura real de los clientes es como navegar a ciegas:
Se subestima el costo por página, erosionando la rentabilidad.
No se detectan clientes con un uso desproporcionado de consumibles.
Se dificulta anticipar proyecciones reales de gasto y ajustar contratos.
El monitoreo de cobertura responde preguntas clave:
¿Qué clientes superan el umbral del 5 % y cuánto afecta eso en el costo real?
¿Qué equipos muestran mayor sensibilidad y deberían reservarse para entornos menos exigentes?
¿Cómo varía el costo por página según el tamaño de papel (A4, oficio, tabloide), donde el consumo de tóner cambia con la superficie impresa?
Recomendaciones para el canal
Medir constantemente la cobertura promedio en cada cliente.
Proyectar escenarios de costo: calcular variaciones de cobertura (5 %, 10 %, 20 %) para estimar impacto.
Segregar por equipos: identificar qué modelos son más sensibles y evitar exponerlos en cuentas de alta cobertura.
Incluir el tamaño de papel en los cálculos de costo por página, ya que una hoja oficio no equivale a una A4 en cobertura efectiva.
Educar al cliente sobre la relación entre tipo de documento y costo de impresión.
Rol de las herramientas de monitoreo en la gestión de cobertura
Ante este escenario, contar únicamente con estimaciones teóricas de cobertura ya no es suficiente. Herramientas como Princity, nuestra plataforma de gestión y monitoreo de impresión, permiten medir en tiempo real la cobertura real de cada dispositivo, usuario y documento. De esta manera, las organizaciones pueden:
Identificar de inmediato incrementos en el consumo de tóner o tinta.
Detectar áreas o departamentos que generan costos desproporcionados.
Ajustar contratos de mantenimiento o esquemas de cobro por página con base en datos objetivos.
Anticipar la reposición de consumibles con analítica predictiva, evitando paros y sobrecostos.
Este nivel de visibilidad no solo fortalece la rentabilidad para el canal y la previsión de costos para el cliente, sino que además permite tomar decisiones más inteligentes y transparentes en la gestión documental.
Perspectiva ambiental
Es importante reconocer que el aumento de cobertura no solo impacta en los costos financieros, sino también en el impacto ambiental. Un mayor consumo de tóner o tinta implica más plásticos, más residuos y una mayor huella de carbono en la operación.El uso de herramientas como Princity contribuye también a los objetivos de sostenibilidad de las organizaciones, al promover políticas de impresión responsable, reducción de desperdicios y optimización en el uso de consumibles.
Conclusión
El costo por página no es una cifra fija, ni se determina únicamente con el precio del consumible. La cobertura real, la sensibilidad del equipo y ahora también las nuevas tecnologías de creación de documentos (IA, digitalización enriquecida, mayor uso de gráficos) son las variables que más pesan en la rentabilidad de los contratos de renta.






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